Durante el pasado mes de Diciembre, en reunión de trabajo con la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza de Perú (MCLP), se presentaron las diferentes acciones y trabajo conjunto con la Asociación Nacional de Productores Ecológicos – ANPE PERÚ, la Red de Mujeres REDINTUR Perú, y el Centro Mundial de Excelencia de Destinos (CED); acciones enfocadas a la innovación, reconfiguración de los territorios turísticos y desarrollo rural.
El INEI reveló que de los 20 distritos más pobres del Perú, 16 se ubican en Cajamarca, tres en Ayacucho y uno en Huancavelica.⠀ Entre los tres distritos, su número de habitantes llega a 13,153 personas. De ellos, el 72% de quienes tienen más de 15 años estudió solo algún año de educación primaria y el 23% de la población es analfabeta, en promedio. Su actividad principal es la agricultura (87%).
El turismo continúa siendo una actividad de gestión empírica tanto pública como privada en las diferentes regiones del país, generando en consecuencia una gestión ineficiente de nuestros recursos patrimoniales, culturales y naturales (WEF 2017 – 2019).
La Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza (MCLCP) es un espacio de diálogo y consenso que funciona en Perú, con la participación de organizaciones de sociedad civil e instituciones del Estado para adoptar acuerdos y coordinar acciones que permitan luchar eficazmente contra la pobreza en cada región, departamento, provincia y distrito del país.
La creación y la participación en la Mesa responde a la convicción respecto a la necesidad de hacer frente a la masividad de la pobreza, las profundas brechas y desigualdades que marcan la historia del país y que hacerlo implica asumir una perspectiva ética basada en el enfoque de derechos, en el reconocimiento y la afirmación del principio de que todos los seres humanos son iguales en dignidad. Perspectiva desde la cual, la situación de pobreza y exclusión se constituyen en un llamado permanente a la acción.
Implica a su vez, la convicción de que se requiere un esfuerzo conjunto de los actores públicos y sociales, incluidos los actores económicos y políticos, para llevar adelante la tarea. Y, para hacerlo posible, la necesidad de recurrir al diálogo y la concertación, antes que a la confrontación y a la imposición, lo que redunda en una apuesta por la democracia, la participación ciudadana y la descentralización.